"Cómo hacer amigos e influir en las personas" es una de los libros más famosos que existen, si no lo has leido, es casi seguro que al menos hayas escuchado acerca de él.
Cuando escuche el título tuve una cierta avesión. Suena un poco maquiavélico. Sin embargo, no es así, todo el libro se basa en un valor principal:
Empatía
Es la lección principal.
Cualquier persona que pueda entender el "por qué" otro ser humano piensa y siente como lo hace y es capaz de interesarse genuinamente por él, tendrá asegurado un lugar especial en la estima de los demás llevándolo indeviteblamente al liderazgo en cualquiera de sus presentaciones.
¿Cómo podemos practicar esta empatía? Sigamos los principales consejos que Carnagie renuió, después de estudíar a muchas de las personas más prominentes de su época:
Se generoso en los elogíos
Nadie recibe bien una crítica negativa, después de todo, somos seres emocionales, así que evita a toda costa los regaños. Por el contrario, se generoso en tu aprobación y en los elogíos. ¿Alguíen hizo algo bien? Reconocelo calurosamente. Eso si, la falsedad está fuera de la ecuación, todo lo que digas y hagas debe ser sincero y real.
No critíques
Es simple, no critiques. Si no puedes afrontar un conflito de frente con otra persona, jamás lo hagas a sus espaldas. No critíques.
Llama a todos por su nombre
Llamar a alguien por su propio nombre, puede ser uno de los sonidos más dulces que pueda escuchar. Nos hace sentir importantes y considerados. Así que esfuerzate por conocer el nombre de las personas con las que te cruces y cada que tengas oportunidad llamales por él.
Aprende a escuchar
La verdad es que todos siempre tenemos algo que decir, no hay excepción. Ya sea expresar nuestra opinión o contar nuestras historias, es sumamente gratificante. Aprende a ser el oído que todos los demás necesitan. Carnagie cuenta la siguiente historia:
A mi me gusta el pay de manzana, pero cuando voy de pesca, no pongo pay en el anzuelo, pongo lo que los peces quieren comer.
Así que pongamos en la conversación lo que los demás desean hablar y seamos oyentes genuinamente intersados por los demás. (Esto no aplica solo para conversaciones amistosas, úsalo en negociaciones)
Sonríe y sé amable
Pocas cosas dan más confianza que una sonrisa sincera. Regála la tuya a los demás.
Has pensar a los demás que ellos tienen las ideas.
Lo cierto es que todos llevamos a cabo algo con más emoción y dedicación cuando las ideas son nuestras. Así que deja de dar órdenes y sugerencias. Mejor pon preguntas e ideas en la mesa, de tal modo que tu contraparte llegue a sus propias conclusiones y plan de acción. Esto no es un truco, es así como podemos realmente impulsar el crecimiento de otros.
No debatas, admite tus errors
Nadie gana realmente una discusión, (es más, muchas veces no es necesaria la discusión). Y cuando lo sea, ten humildad, admite tus errores y busca entender siempre el punto de vista de la otra parte, al final lo que realmente importa es encontrar los puntos en los que se está de acuerdo y no las diferencias.
(Disclaimer: Lo anterior es una regla general, aunque es cierto que habrá veces que la confrontación será inevitable. Esto solo está permitido cuando la discusión creará más valor. Y en muchos de estos casos, los datos duros triunfarán sobre las opniniones.)
Comprende el punto de vista y el contexto de los demás
La lección principal, nada de esto sirve sin la empatía. Es lo que nos hace humanos. Esfuerzate realmente por entender el contexto que lleva a los demás a pensar como lo hacen. Y no solo entiendas, ponte en ese lugar. Eso dará mucho más valor a cualquier relación o conversación que cualquier argumento rebuscado.
Y recuerda, todo el interés debe de ser genuíno, la falsedad se siente. Ser capaza de interesarse en los demás es una de las cualidades fundamentales no solo del liderazgo, sino de las relaciones humanas.